lunes, 20 de enero de 2014

Es tiempo de sembrar

Ya casi un poco aprisa. Pero hay que sembrar ahora que es tiempo.   Enseguida va a venir la primavera y empieza toda la creación a nacer, crecer, brotar.
Percibo como que nos gusta poco sembrar. Preferimos recoger, cosechar. Y todo depende de una buena siembra, de una buena poda.
Tenemos necesidad en la vida de sembrar: de leer, reflexionar, pensar, organizar, planear, cargar las pilas y preparar la maquinaria
Es curioso, Pero llevamos un mes de un año nuevo y posiblemente no hemos hecho todavía la programación de este año. Volveremos a hacer mecánicamente lo mismo del año pasado. Y seguiremos no solo con los que nos traiga el calendario, sino con las mismas costumbres, ritos, acciones de otros años.
Cuando vemos que un producto no rinde lo suficiente o no nos gusta su fruto, lo cambiamos y  sembramos otro distinto.
Aún hace frio y apetece estar en casa. Podemos aprovechar para almacenar análisis de nuestras vidas, de nuestros pueblos, de nuestra sociedad y marcarnos alternativas, metas a conseguir, y acciones  a realizar. Puede ser tiempo de cargar las pilas, de formarnos, de acumular resorte para  actuar.
Hacemos muchas cosas, repetimos muchos gestos, pero no sé si sabemos a dónde vamos y qué queremos conseguir.
Yo veo que los labradores al sembrar echan bien de abono para que  las entrañas de la tierra tengan vida y vitalidad. Eso mismo necesitamos nosotros: abono de ilusión, conocimientos, esperanza, contemplación.
Es época de sembrar. Que luego ya recogeremos.

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