lunes, 18 de agosto de 2014

Existe el amor



  El verano no perdona.  Está preñado de tormentas humanitarias.
  Un hecho especial es el ébola con los miles de muertos que trae consigo.
 Estamos viendo que varios misioneros han contraído esa enfermedad.  A dos los han sacado y traído a España.  Varios van muriendo.
 Se me ocurren así a vuela pluma estas reflexiones:
    Si esto ocurre en Europa o América del norte, estaríamos toda la humanidad en alerta y poniendo remedios eficaces, o por lo menos implicándose todos los organismos competentes y toda la población
   Es admirable que un misionero y una misionera hayan sido traídos para poder recuperase después de contraer la enfermedad. Al final ha muerto el padre Miguel Pajares          Pero lo que realmente me admira es que todos los misioneros y voluntarios de diversas ONG y diversas religiones han optado voluntariamente por seguir en esos países y vivir la misma suerte del pueblo, sabiendo que  tienen muchas probabilidades de morir.  Realmente es admirable. ¿Nos vemos nosotros en esa situación: qué hacemos? El instinto de conservación nos lleva a huir, a protegernos. Pero el AMOR lleva a estar ahí, a acompañar y ayudar a quienes lo pasan mal, a vivir la misma suerte de los pobres
Me parece algo tan grande y tan importante que realmente esto nos dignifica  a la humanidad. Y no solo para echar un ¡bravo! por ellos sino para implicarnos nosotros con una caridad que sea dolorosa, que nos cueste, que nos suponga renunciar a lo nuestro..
   Estos sí que son testigos de verdad

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