La iniciativa hay que reconocer que va bien en verano. Tirarse un cubo
de agua helada por la cabeza, subir el vídeo a las redes sociales, hacer un
donativo de 10 euros, y retar a tres personas a que lo imiten de modo que, si
no lo cumplen en 24 horas, en lugar de 10, habrían de subir la donación a 100
euros.
Hablo de la Campaña «Cubo hELAdo», para recaudar fondos para la
investigación de la Esclerosis Lateral Amiotrófica.
Pienso que debe ser principalmente la administración quien dedique
dinero suficiente para investigar y tratar esta y otras enfermedades raras. Lo
mismo pienso que es labor de las universidades y los laboratorios.
Sinceramente veo que muchas personas célebres se echan el cubo de agua
hELAda y comparten 10 euros. Yo prefiero que si se colabora personalmente, se
haga en silencio, sin foto y sin publicidad. Y lo digo por experiencia. He
caído en el error y he estado en dos ocasiones pasando la hucha en una
cuestación por colaborar con los enfermos de ELA.
Siento que estamos fomentando una solidaridad indolora. Damos las
migajas, no participamos en la distribución de los presupuestos estatales,
autonómicos y locales. ¿Dónde queda aquello del 0,7 para el tercer mundo?
Más que echarme un cubo de agua, siento la necesidad de echarme la mano
a la cartera y ver cuánto quiero realmente compartir por justicia, por
solidaridad de la buena.
Qué fácil me resulta echar la calderilla, cuando el billete se queda en
mi bolsillo o en mi cartilla.
Espero que la campaña siga y veremos qué pasa
cuando llegue el frio del invierno. Hay miles de iniciativas “solidarias”.
Siento dudas sobre si hay Solidaridad
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