Me dan una caja de frutas y me encargan “llévalas al comedor social”.
Lo que hago es llevarlas. Es mi obligación.
Al nacer me han dado un inmenso regalo: es la vida y todo lo que le
rodea. Todo es un regalo. No es mío. Es para que lo use. Y para que a través
mío llegue a los demás.
Pero el sentido de mi vida es
dar lo que soy y tengo para que me sirva
a mí y a los demás.
Jesús parte y reparte el pan: se parte y reparte toda su vida para
todas las personas.
Por eso, no puede ser de otra manera, hoy que es la fiesta del Cuerpo
de Cristo, es igualmente la fiesta de Caridad, de entrega a los demás.
Esto soy yo, pan que me parto y me reparto.
Esto tenéis que ser vosotros.
Todo el mensaje de Jesús esta aquí.
Todo lo que hay que saber y hay que hacer.
………………
Celebrar la eucaristía no es una devoción.
Su objetivo no es potenciar mi relación con
Dios.
Celebrar la eucaristía es comprometerme con
los demás.
Es aprender de Jesús, el camino de la
entrega.
………………
Si la celebración es compatible con mi
egoísmo;
Si sigo desentendiéndome de los que me
necesitan;
mis eucaristías no son más que un rito vacío.
El pan que nos salva no es pan que recibo
sino el pan que doy.
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