viernes, 15 de abril de 2016

Lo comprobamos todos los días



Lo comprobamos todos los días. Si una persona está dormida, una forma de despertarle es darle con cariño un golpecito.    Eso es lo que ocurre en el evangelio. Jesús cuando quiere decir algo interesante llama LA ATENCION  con un dicho y un mensaje nuevo y a veces contrario a lo  que ya pensamos.   Por ejemplo:”el hombre es más importante que el domingo, que la ley”, “Es bueno tocar a un leproso aunque sea sábado” Y estaba prohibido “La persona es mucho más sagrada que el templo”, ”Dios está en los pobres más que en los rezos”.
Yo creo que algo así nos hace falta hoy: no repetir lo de siempre, no decir formulas hechas, sino decir la frescura del evangelio. Por ejemplo: es mucho más importante una persona que todas las joyas del templo y de los santos. Es más importante  compartir  con los pobres que echar en el cepillo de un santo. Es más interesante acoger a los refugiados que arreglar un manto de la virgen
Encuentro a muchas personas habituadas, acostumbradas a lo que oímos en la misa, en la predicación, nos suena a conocido. Y oímos “perdona al enemigo” y le llevamos a juicio. Leemos en Jesús: ”felices los que eligen ser pobres” y echamos a la lotería.
Creo que hacen falta choques que nos despierten, que nos hagan ver la novedad del Evangelio. Necesitamos escándalos.  Como los judíos. Así se enteraron y algunos siguieron a Jesús. Un mal nuestro puede ser estar adormecidos.
Nos dice el papa cosas tremendas sobre el mal que supone el capital.

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