Lo comprobamos todos los días. Si una persona
está dormida, una forma de despertarle es darle con cariño un golpecito. Eso es lo que ocurre en el evangelio. Jesús
cuando quiere decir algo interesante llama LA ATENCION con un dicho y un mensaje nuevo y a veces
contrario a lo que ya pensamos. Por ejemplo:”el hombre es más importante que
el domingo, que la ley”, “Es bueno tocar a un leproso aunque sea sábado” Y
estaba prohibido “La persona es mucho más sagrada que el templo”, ”Dios está en
los pobres más que en los rezos”.
Yo creo que algo así nos hace falta hoy: no
repetir lo de siempre, no decir formulas hechas, sino decir la frescura del
evangelio. Por ejemplo: es mucho más importante una persona que todas las joyas
del templo y de los santos. Es más importante
compartir con los pobres que
echar en el cepillo de un santo. Es más interesante acoger a los refugiados que
arreglar un manto de la virgen
Encuentro a muchas personas habituadas, acostumbradas
a lo que oímos en la misa, en la predicación, nos suena a conocido. Y oímos
“perdona al enemigo” y le llevamos a juicio. Leemos en Jesús: ”felices los que
eligen ser pobres” y echamos a la lotería.
Creo que hacen falta choques que nos despierten,
que nos hagan ver la novedad del Evangelio. Necesitamos escándalos. Como los judíos. Así se enteraron y algunos
siguieron a Jesús. Un mal nuestro puede ser estar adormecidos.
Nos dice el papa cosas tremendas sobre el mal
que supone el capital.
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