Han vuelto seis personas que han estado 15 días en Grecia ayudando a
los refugiados. Ya hablaremos despacio y nos informarán. De momento y como primer impulso Uno dice: “Las
emociones que me rondan son duras. He visto la miseria del ser humano en los
rostros de niños y niñas que están muertos en vida, como muy bien expresaban
las tiendas del campo de Oreokastro, donde los refugiados habían puesto Tumba
1, Tumba 2, Tumba 3... y así hasta 250 tiendas de campaña que alojan a familias
numerosas. Así se sienten: muertos en vida y abandonados a su suerte”.
Tengo un profundo sentimiento de rabia hacia la situación y por primera
vez siento auténtico odio hacia el sistema que nos maneja, ese capitalismo
neo-liberal, genocida y suicida, como lo califica Casaldáliga. Y me veo inmerso
en él y con muy poco margen de maniobra para cambiar nada en él o en mí mismo.
Otra afirma: hay tres cosas claras:
1.-
Hay que luchar para que haya paz.
2.-Hay
que reconocer a los refugiados como tales para que tengan su estatuto y su
trato digno.
3.-
Hay que tratarles como personas que son.
Como veis vienen muy impresionados por la cruda
realidad.
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