Me he asustado a leer la noticia del cura degollado en
Normandia en una iglesia. En tiempos
atrás también han llegado noticias de algún otro cura matado en su casa. Instintivamente me viene la idea de
asegurarme y asegurar mi casa.
Me recuerda. Un día,
al irme a la cama, me di cuenta de que en la puerta del dormitorio de mi
habitación había colocado un cerrojito
para cerrar. A los días, el buen Tavo,
me explicó que lo había puesto-con un corazón inmenso- pensando que alguien me pudiera
hacer algo malo Para evitarlo
Y ese miedo nos acecha a todos;:llaves, candados, cerrojos,
trancas. Un negocio que no para es el
de las alarmas y similares.
Es cierto que siempre hay peligro. Y que hemos pasado de tener las puertas
abiertas a cerrarlas con mil cerrojos por miedo.
Es una realidad : hay
atracos, robos,.. pero cuanto más psicosis vivamos, más lo fomentamos.
Pienso que hay un remedio
La solución es no tener cosas de valor especial. Por mucho que se lleven
de mi casa, voy a poder seguir viviendo muy bien. Porque con tan poco se puede
vivir!
Más miedo me da lo que me puedan quitar los negocios,.los
impuestos, las tasas…
Si abrimos las puertas, puede ser un camino para abrir el
corazón y entendernos.
Y un cura degollado
_muy doloroso pero entre tantos millones muriendo de hambre.,nos crea
conciencia de odio a superar Puede ser por razones políticas. Quizás
religiosas. Igual podemos dialogar,
crear ambiente de acogida, amistad. Más
que cerrojos y llaves, se trata de abrir
la puerta de la comprensión.
Me decía un joven que vivía en mi casa ,con un historial
curioso”:sería tonto si te hiciese algo malo cuando me acoges, ¿A dónde voy a
ir’”
Es un tema delicado. Pero me gustaría que el miedo no
superase el corazón y la acogida
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