martes, 13 de diciembre de 2016

Cada vez hay más personas que optan por ser incineradas el día que mueran. En un principio se enterraban en los templos, luego en los alrededores y más tarde en los cementerios.
Ahora nos dice el Vaticano que cuidemos las cenizas y las respetemos. Ciertamente todo lugar es santo porque nos dice Jesús que Dios está en todas las partes. Recordáis que esto no se tenía en cuenta cuando en el cementerio se enterraban en un rincón aparte a las personas que morían fuera de la fe por suicidio. No hay ningún lugar que no sea sagrado. En cualquier parte que echemos las cenizas -por supuesto con sumo cariño y respeto- por la dignidad de las personas, será bueno.
No se trata de que estén juntos para que sea más fácil resucitar, porque eso le corresponde a Dios y lo puede hacer aunque no sabemos cómo. Es hacernos vivir en su Vida y Dimensión.
Yo recuerdo aquello que decíamos al ponernos la ceniza en la frente ”acuérdate de que eres polvo y en polvo te convertirás” Unidos a la tierra en la nueva creación con Jesús Resucitado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario