martes, 13 de diciembre de 2016

Entrañas de misericordia.



Si yo tuviera entrañas de misericordia señor,
si yo tuviera entrañas de misericordia...
saldría de mi apatía para ayudar a los que sufren;

de mi ignorancia para conocer a los ignorados;
de mis caprichos para socorrer a los hambrientos;
de mi actitud crítica para comprender a los que fallan;

de mi suficiencia para estar con quienes no se valen;
de mis prisas para dar un poco de mi tiempo a los abandonados;
de mi pereza para socorrer a quienes están cansados de gritar.

Señor, si yo tuviera entrañas de misericordia...
aprovecharía mi experiencia para ayudar a los equivocados;
mi ternura, para acoger a emigrantes y niños;

mi salud, para acompañar a enfermos y ancianos;
mi ciencia, para orientar a los perdidos;
mi paz interior, para reconciliar a los enemigos;

mi amor, para acoger a los desengañados;
mi oración, para hacerme más hijo y hermano;
 mi vida, para darla a quien la necesita.

¡Señor, dame entrañas de misericordia!

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