En
mi voluntariado de Cáritas, en el que ayudo con el idioma a personas llegadas
de otros lugares, conocí a un joven subsahariano de veinte años.
Como
siempre hago, al principio entablamos un diálogo: ¿cómo te llamas?, ¿de dónde eres?, ¿cuánto sabes de español...?
Al
contarme cómo llegó aquí y oír “salté la valla”, sentí un escalofrío; “es de
carne y hueso” pensé, ”no lo estoy viendo por la tele.”
Aquel
chico africano dejó de venir después de un tiempo, como tantos otros y
entonces, cuando ya no lo veía, pienso:¿Qué será de ellos ? ¿Encontrarán alguien
que les acompañe, con quien puedan compartir su nueva andadura?
Compartir:
Esta palabra me ha sugerido siempre muchas inquietudes:
.-
compartir ideas
.-
compartir saberes
.-
compartir experiencias
.-
compartir tiempo
En
definitiva, compartir, entregarse, darse.
Esa
entrega me ha parecido algo importante y es una suerte el poder hacerlo
realidad. Es muy gratificante. Os lo aseguro.
Marisol Tecedor.
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