domingo, 14 de noviembre de 2010

Hojas del árbol

Hojas del árbol caídas. Las encontramos a miles en este mes. La savia se duerme y se quita la vitalidad.
Así nos ocurre a las personas: pasamos por épocas en nuestra vida llenas de vitalidad, de salud, de vigor… Luego vamos cayendo y llegan ya momentos sin tanta energía.
Es el proceso normal de la hoja y de la personas
Admiro y contemplo cada hoja caída. Admiro y contemplo cada persona mayor
Las hojas las lleva el viento y desaparecen. Las personas vamos muriendo y vamos desapareciendo. Pero con una vida pasada llena de sentido, de amor, de vitalidad
Será bueno que valoremos lo que esa hoja, ahora caída, ha sido en su vida, ha supuesto de vitalidad en el árbol.
Las personas pasan a segundo término, ya no son famosas, ya no son conocidas.. Pero ahí está su historia, su valor, lo que han sido.
Es bueno una época de invierno, en la que los árboles se endurezcan, tomen savia, se afiancen. Es bueno el tiempo en que las personas nos afiancemos en nuestras convicciones, en nuestras actitudes, para cuando sea preciso dar mayor fruto
Toda estación es buena: no solo recoger, sino sembrar, crecer, dar fruto. Así es la vida humana.
Cuando veamos una hoja, la podemos contemplar con admiración ¡Cuánta vida está comprimida en sus venas! ¿Quién es capaz de descubrir y valorar cuánto hay de experiencia, de vida vivida, de entrega realizada en una persona mayor?

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