miércoles, 1 de diciembre de 2010
Ojo a la sordera.
Cuando estoy en un lugar cerrado ,me retumban las voces y casi no me entero de las palabras.
Eso me da la impresión de que ocurre hoy en la humanidad. Retumban las voces. oímos las noticias de tsunamis, las guerras, los atentados, las luchas políticas, los muertos en El Aaiún.
Infinidad de voces y de noticias. Pero estamos con tanto ruido de propaganda, consumismo, polítiqueo ….Total, que al final, no nos enteramos de nada. Nos aturde el ruido
Cuando estamos en casa, encendemos enseguida la tele “para que haya sensación de compañía”.Total que nos resulta difícil el guardar silencio, el escuchar, acoger, profundizar en la realidad, en cada acontecimiento.
Necesito el silencio, avivar la atención. Muchísimo ruido, Tanto como cuando hay una tormenta y el agua cae tan de repente que no cala nada en la tierra. Es preciso fijar la atención. Hasta puede ser bueno preguntarnos al final del día o al acabar un telediario:¿ de todo lo que he odio hoy con qué noticia me he quedado, y cómo me ha impresionado? Igual necesito antes salir del local cerrado de mi egoísmo y abrirme al mundo concreto con sus hechos y sus causas. Porque me da miedo el quedarnos solo con las apariencias ante las auténticas realidades de la humanidad.
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