martes, 21 de febrero de 2012

Interioridad


Hoy vivimos en un mundo que avanza a mucha velocidad y con mucho ruido. Esta circunstancia ha provocado en la sociedad y en las personas una gran incapacidad para detenerse y ver qué ocurre en el interior de las situaciones y de las personas. Los niños y niñas de hoy son la mejor muestra de esta dificultad para entrar en el silencio y la interioridad.
El lema de las modernas Olimpiadas («más rápido, más alto, más fuerte») es una descripción de nuestra civilización basada en esta propuesta: «Trata de ir cada vez más deprisa, de llegar lo más arriba posible, de ser más fuerte y competitivo que tus adversarios». Ha llegado el momento de pararnos y de poner en discusión todo lo que se presenta como obvio y de encontrar nuevos puntos de apoyo para levantar este planeta cansado y nuestra existencia desorientada.

Hay que empezar a vivir más despacio, más interiormente, más suavemente
Una vida diaria sólo rota por la necesidad del “finde”, que se “vive a tope” acompañado de la complicidad de la noche. Otra impresión de la sociedad actual es la marcada por un lenguaje que es imagen: lenguajes cortados del chat, de los SMS o del e-mail. Precisamente en esta sociedad es donde nos hacemos las preguntas sobre el sentido de las vivencias, de los valores, de las esperanzas, de las necesidades, de las experiencias y de la vida interior.
En muchos colegios del país hay ratos dedicados a educar en la interiorización. Lo llaman Aulas felices, Proyecto de Interioridad…
Lo que queremos ofrecer aquí para hacerlo fuera del aula con los niños de 3 a 10 años. Los padres- madres que estén interesados en conocer de qué se trata, pueden acudir este miércoles, 22, de 9 de la mañana a 10 en la casa parroquial .Vendrá algún padre –madre de Logroño, que lo está haciendo ya con sus hijos. Estamos todos invitados aunque los hijos sean mayores.

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