Y enseguida me viene una
respuesta humorística: “sí, ya como el pincho-,tortilla, bocadillo- solidario“
y quito mi hambre
Me hace mucha gracia. Comemos para
quitar el hambre. Y comemos los que lo hacemos varias veces todos los días
Ya sé que se trata de recaudar
fondos para proyectos que quiten el hambre en países empobrecidos.
Ya sé que supone un esfuerzo
voluntario y altruista para hacer las tortillas, el caldo..
Ya sé que puede suponer una mentalización
respecto a la situación de hambre causada en el mundo. Fenomenal. Pero prefiero:
.-el ayuno voluntario: No comer, para
compartir el valor de la comida con quienes no tienen y hacer una mínima
experiencia de pasar hambre (perdón).
.-Apagar, a ratos o totalmente,
la luz y la calefacción ,si la tengo, porque gasto energía y quiero compartirla
con quienes no latienen y llamar la atención al precio abusivo para las familias
humildes.
.-No comprar ciertos productos,
ropas, comidas, bebidas... porque están elaborados por obreros sin cumplir ciertos
derechos humanos.
.-Emplear mi dinero en banca
ética para colaborar a proyectos de promoción de personas empobrecidas psicológica o humanamente
.-Dar mi voto a quienes colaboren en los
objetivos del milenio......
Esto me empieza gustar menos. Porque no me
queda ni el regusto del pincho de tortilla.
Buena señal. Ya empieza a ser una
solidaridad- una caridad- dolorosa. Me supone remover mi vida
Con la fuerza que me da el pincho
de tortilla, voy a ver si doy más pasos..
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