domingo, 20 de diciembre de 2015

Aunque sea un cerilla

Vale más encender una cerilla que quejarnos de la obscuridad.
Hay mil motivos en este mundo para lamentarnos y por desgracia, para sufrimiento de muchas personas.
Pero pienso y siento que es mejor buscar elementos de esperanza. Por pequeños que sean. La marcha desde Santo Domingo- Santurde en favor de la lucha contra el cáncer, es un hecho interesante. El grupo de gimnasia en Santurdejo. Las personas valientes en Pazuengos a pesar del frio.
Se está hablando en Paris de preservar el clima y respetar la naturaleza. El Papa proclama en medio de la pobreza africana la dignidad de todas las personas y el derecho a la vida digna. En la Rioja se celebra los 25 años del Proyecto Hombre, con la recuperación de personas con alguna adicción.
Sin duda cada uno tenemos pequeños hechos que nos animan. Lo podemos expresar con una vela encendida en nuestra ventana. Jesús, presente hoy y aquí es la Esperanza. No se trata de que Jesús vaya a nacer. Ya nació y está con nosotros y en nosotros. Descubrir su presencia, su Luz en todos y en todo. Eso es Navidad. Y vivir con sentido. Si no podemos encender una vela, por lo menos una cerilla, por pequeña que sea nuestra alegría.
Podemos coger velas en la parroquia y encenderlas algún rato por la noche en la ventana.
Porque hay Esperanza. Es Navidad.

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