sábado, 15 de octubre de 2016

Seguimos nuestro camino.




En misa prevalecemos las personas mayores. Pero es cierto que cuando se llega a cierta edad o vienen ciertos achaques, las personas mayores ya no pueden asistir.
Está la posibilidad de que los hijos llevéis a vuestros padres, tíos o abuelos, porque para ellos la misa supone mucho, como supone la Virgen de la Cuesta.
Y hay otra posibilidad: celebrar la misa en casa. Si alguien quiere, yo me ofrezco y en casa celebramos juntos la Eucaristía con el calor y el cariño familiar.  Simplemente basta que me lo digáis. Veréis cómo nos quedamos muy satisfechos.
Y fenomenal que los nietos lleven y acompañen a su abuelos a la iglesia.
Cuando se llega a cierta edad, uno empieza a pensar muchas cosas profundas. Por ejemplo ¿qué sentido tiene la vida y la muerte? ¿Cómo vivir los últimos años? ¿Qué nos aporta Jesús y su evangelio?   Todo es para animarnos y empujarnos.
Podemos oír la misa y verlas en la tele, pero ,si la celebramos en casa es más celebrar, vivirla, ser parte de ella y además podemos comulgar.
Los lunes a las 6,30 vamos a dialogar sobre la Unción de enfermos y luego un día lo celebraremos. Invitamos a todos los que lo deseen: Días 17 y 31 de octubre y 7 de noviembre.
Vamos a ir mentalizándonos. El 23 es día de Domund. Y así el día 1, en misa, haremos la colecta por el Domund y por Haití.  Veamos nuestra generosidad

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