Estos días vemos en algunos balcones un muñeco del papá Noel trepando con su bolsa cargada de regalos. En otros balcones hay árboles decorados con luces de colores. Y en algunos veo un lienzo con la imagen del Niño Jesús, de una forma u otra.
Vivimos de imágenes. Y cada uno expresamos nuestras vivencias. O por lo menos tratamos de que sea así. Puede ser que de alguna manera queramos expresar nuestros deseos para estas navidades
En mi balcón hay un lienzo con el Niño Jesús. Quiero recordar que El nació y que su Causa sigue viva haciendo un mundo nuevo
Pero me gustaría que hubiese más señales por los balcones. Hay algunos con velas encendidas como signo de la Luz que trae Jesús y de las luces que queremos poner en Fo-.Bouré de Benin. O los tiestos que nos recuerdan la vida que queremos fomentar en las granjas de Pastaza en Ecuador.
Pero otras muchas familias podríais poner signos que expresen el cariño con que atendéis a los ancianos y enfermos en vuestros hogares
Podríais poner una bandera internacional por la acogida a los inmigrantes de otros países. Podríais colgar bolsas indicando los alimentos que habéis entregado a la Cocina Económica.
Hasta me gustaría que pusiésemos en algún balcón los objetivos del milenio para erradicar el hambre y la miseria en el mundo.
Mi pregunta es ¿Cuál de estos signos, de estas señales colgadas en nuestros balcones reflejan mejor el mensaje que estos días celebramos? Podríamos respondernos cada uno ¿ Qué os parece?
Pero eso sí, vamos a ser consecuentes con lo que exponemos en nuestras ventanas. Y por supuesto, los balcones que no tienen nada expuesto, sin duda que albergan en su interior unos corazones llenos de amor que vibran hacia los demás. Nuestra vida cuelga en las ventanas y en los balcones.
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