Las “Arcas de la Misericordia” fueron unas instituciones benéficas que nacieron para servicio y ayuda de los labradores pobres, fundadas la mayoría de las veces por personas piadosas. A través del préstamo de trigo, en una economía sujeta a la climatología irregular, estas cajas de previsión agrícola posibilitaban la siembra y el pan para muchas familias sin recursos.
Copio este texto escrito Floren de Huércanos
He visto en bastantes pueblos que existían estas arcas o algo parecido. Y en momentos de penuria, se me ocurre que es bueno volver a la historia y descubrir caminos que, renovados, pueden servir hoy
¿Podemos crear hoy arcas de misericordia? Podemos crear un depósito de tierras que se dejen por x años a una persona parada? ¿Podemos hacer un banco que preste dinero sin intereses a los necesitados? Podemos volver a los sindicatos que en mi pueblo eran una especie de supermercados, de economatos que vendían los alimentos base a precios más módicos porque eran en plan cooperativo? ¿Qué es si no, el actual y gratuito banco de alimentos? Será bueno si en cada pueblo vamos creando un depósito de tierras, semillas, alimentos, pisos…
Una persona ofrece gratis 1000 metros de tierra para poder montar un invernadero. Y ofrece maquinaria para hacerlo y acompañamiento técnico para ver cómo llevarlo a cabo Economía Solidaria apoya proyectos y adelanta dinero. Muchas entidades- Caritas entre ellas- recoge ayudas y luego distribuye.
A realidades nuevas, remedios de siempre, pero modernizados. Lo que no se moderniza es el corazón humano que mira siempre con cariño a personas que lo necesitan.
Lo que más me encanta es esa creatividad del pueblo para vivir que somos capaces de autoabastecernos. Y todos solidarios.
Seguimos recogiendo alimentos siempre que alguien quiera compartir.
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