Hojas del árbol caídas
juguetes del viento son:
las ilusiones perdidas
¡ay! son hojas desprendidas
del árbol del corazón.
Espronceda
Me viene este verso
a al memoria al recorrer los caminos y ver tantas hojas cayendo de los
árboles.
Son todo un signo.
Caen después de haber adornado el paisaje, después de haber producido
unos estupendos frutos.
También a nosotros se
nos caen algunas ilusiones. Por la edad,
por las circunstancias. Pero es muy
importante que surjan otras ilusiones nuevas.
Que siempre estemos ilusionados por algo y por alguien
Y según nuestras ilusiones, son nuestras obras y nuestro
interés al hacer las cosas.
Y ánimo. Si alguna vez se caen todas las hojas, como
en los árboles, todas las ilusiones, pensemos que el invierno es época de
reposar, que la savia sigue ahí, que nuestro corazón late y que podemos
recargar nuestros ideales.
Con la crisis, se nos
han ido algunos ideales. Pero nos puede ayudar a descubrir otros más profundos,
a descubrir mayor interés por el trabajo para todos, por la sanidad para todos,
por la enseñanza para todos…. A valorar
más a los amigos, a apoyarnos más en familia, a acompañar a quienes lo pasan
peor Nuevos ideales que igual los teníamos un poco muertos, aletargados, a
valorar más las cosas de nuestro interior…
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