Nos puede ocurrir el dolor físico. El dolor muchas veces no depende de nosotros. Se debe a una enfermedad, un fracaso, un golpe...Pero el sufrimiento es la reacción que tenemos ante ese dolor. Y ese sí que se puede corregir y cambiar en paz. Es cuestión de aprender a vivirlo con paz.
Para ello hay que vivir un proceso, entrar dentro de nosotros mismos y aprender a ver las cosas con serenidad y equilibrio y a encontrar la forma de no sufrir.
Es posible. Y hay muchas personas que lo han conseguido y lo siguen consiguiendo.
Os ofrezco este año la posibilidad de trabajar esta realidad: que los sufrimientos que vivimos los vayamos transformando en paz.
Hay ya un material hecho y unas pautas a trabajar. Las personas que lo deseen, que me lo digan y lo podemos ir viviendo en una reunión cada semana. En Santurdejo, en la reunión de los sábados a las 5,30. En Santurde, un lunes sí y otro no a las seis y media.
Cuando a todos nos llega el sufrimiento, bien merece la pena descubrir cómo vivir en positivo y con paz para vivir más a gusto.
Nos vacunamos para prevenir la gripe. Estas reflexiones nos ayudan a superar falsas ideas sobre la fe y a centrarnos en la Alegría del Evangelio.
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