martes, 17 de noviembre de 2015

Refugiados

Una afluencia masiva de personas de otras religiones puede ir cambiando nuestras formas de pensar y de vivir. Sobre todo, y aquí está, para mí, el problema, si nos pilla sin convencimiento propio de fe, sin adhesión personal más allá de las costumbres y los ritos externos, sin una fe adulta. Qué importante que cada uno vivamos nuestras convicciones con profundidad y las ofrezcamos sin imponerlas.

Para mí, esta realidad es una llamada a una actitud personal, a un descubrir y convencerme cada vez más conscientemente del Evangelio y de la fe que profeso y examinar todo para quedarme con lo bueno. Hay un revuelo con   la frase de "El caballo de Troya" ante la llegada de los refugiados.  Y con la idea de que vienen a infiltrarnos sus ideas y su religión. Y al momento, todo el mundo se echa en contra de la expresión y la idea…

Me gusta reflexionar un poco:   Porque siento que nuestra historia está llena de caballos de Troya como  instrumentos para ir  llevando la mentalidad de las personas a un pensamiento u otro.
¿Cuántos años llevamos con la llegada de la cultura yanqui y todos sus productos?  ¿Cuánto tiempo ha costado cambiar y colonizar nuestras mentalidades y nuestras culturas y formas de vivir, vestir, comer, pensar… al son de la cultura de las multinacionales y por influjo de los medios de comunicación? Para mí ha sido y sigue siendo una verdadera  invasión cultural y moral.
Hoy estamos viendo que  muchas empresas están siendo compradas por el capital chino y capital de multinacionales. Lo vemos hasta en nuestras empresas y bodegas riojanas. En nuestros colegios hay niños de otros países que nos enriquecen con otras costumbres y con otros modos de pensar. La Rioja tiene en este momento multitud de comercios de frutas, bazares chinos, tiendas de comestibles pakistaníes... Vienen a hacer negocio como lo hacemos nosotros.
Y han llegado y siguen llegando personas con otra cultura y otra religión. Esto va influyendo en nuestras mentalidades. ¿Cuántas mezquitas hay en Logroño y en cabeceras de comarca? ¿No están construyendo los mormones su templo?
Hemos pasado, por influjo de muchas ideologías, de ser unos pueblos globalmente religiosos  cristianos a unas minorías practicantes  y una diversidad de creencias, religiones y agnosticismo.
Me surge un interrogante lógico: ¿hasta qué punto estamos convencidos personalmente de lo que creemos, vivimos y hacemos?
En cuanto a los refugiados, tengo varios interrogantes:
·         Por qué  hay tal actitud de “buenismo” ante los refugiados y no ante los inmigrantes, que escapan del hambre, las guerras, las persecuciones, fundamentalmente africanas?
·         Qué hay detrás de todas las emigraciones, exilios, salidas a otros países? ¿Quién se enriquece con ello? ¿Cuál es la meta que se busca?
·         Por encima de todo está el amar, dar sin esperar nada a cambio.

·         Me gusta que analicemos los hechos con serenidad.  Habrá muchas personas que piensen distinto a mí. Fenomenal. Podemos enriquecer el diálogo y la reflexión.   Escribo con la mente y con el corazón.   Y con la experiencia. Llevo 30 años acogiendo y viviendo en casa parroquial con personas de otros estilos, países, culturas, realidades, y me ha  enriquecido mucho.

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