domingo, 14 de marzo de 2010

Dar una oportunidad

Sin duda que cada uno tenemos muchas cualidades y muchas posibilidades. Ocurre a veces que no las desarrollamos. E incluso hacemos lo contrario. Algunas personas se comportan mal, no cumplen las normas de convivencia. Y para ellos hemos inventado desde hace muchos siglos las cárceles ,los castigos, las penas.. Pero parece ser que eso no soluciona el problema, porque cada día están más llenas y hay más delitos en la sociedad.
Cuando una persona se porta mal en el colegio, en la familia, en el trabajo, en la sociedad, lo primero que nos preocupa es que haga lo que tiene que hacer bien. Pero a veces es imposible porque esa persona no está preparada en ese momento. Hemos de aceptar que hay enfermedades físicas, sicológicas y morales. Y que lo importante no es ya solo que hagamos cada uno lo que nos corresponde sino que también tratemos de acompañar a ciertas personas que padecen dificultades, que no se han desarrollado, que han contraído costumbres enfermizas, ayudarles a recuperar su bondad, sus cualidades positivas. En castellano, darles una oportunidad Y lo primero que se nos ocurre es quitar de en medio a esas personas, meterlas en lugares donde no estorben. Así nos quedamos en la sociedad los que nos consideramos sanos y buenos.
¿Es posible otra sociedad? Sí, aquella en la que intentamos recuperar a las personas, ayudarles a descubrir y volver a sus auténticos valores y cualidades. Con programas de recuperación, de ayuda,.. Ahí están el Proyecto Hombre, La alternativa social a la cárcel, comunidades humanas y terapéuticas.,
Y yo me pregunto:¿es que yo no necesito que también me ayudéis a recuperar valores que no vivo? Os lo agradezco si lo hacéis en lugar de condenarme.

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