De vez en cuando veo a los agricultores preparar las viñas y emparrarlas. Para que den mejores frutos, para que el trabajo sea más llevadero, para que las cepas estén mejor.
También en la vida e s preciso emparrarnos: Estamos tratando de crear las UNIDADES PASTORALES.
Hasta ahora cada parroquia funcionamos a nuestro estilo con nuestros grupos, actividades, celebraciones. Pero estamos viendo que no acertamos a anunciar bien el evangelio, que hay muchas personas a las que no acertamos a ofrecer la Buena Noticia de Jesús, que cada día hay menos curas, y menos agentes de pastoral. Por ello, los cristianos nos planteamos trabajar en grupo, en comunidad: hacer una Unidad Pastoral con algún cura, religiosos, y seglares que trabajen como animadores de la fe en una zona
No se trata de cambiar por novedad sino buscando eso que es esencial en la vida cristiana: anunciar y ofrecer el Evangelio de Jesús a todas las personas. Por supuesto simplemente ofrecer, sin imponer. Pero ofreciendo más posibilidades por el contacto y la cercanía a las personas por edades, intereses, grupos.. E ir creando una iglesia más abierta y zonal.
Estos días ha habido reuniones respecto del vino, a ver qué hay que hacer de cara al futuro. Pues también nosotros tenemos que estar con los ojos y el corazón abiertos para ofrecer mejor a Jesús como gran Noticia.
Y esto es necesario que lo hagamos entre todas las personas .No solo entre los curas. Y además una de las condiciones es que los seglares participen activamente. La Iglesia somos todos y todas. Las personas.
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