-No hemos visto la fe como un bien para la persona. Por eso, no se ha visto a Jesús como a un amigo, no se ha disfrutado de El y de la fe. Al verlo como un peso, una obligación, como si fuéramos a ser más felices sin Dios, quizás la noticia esperada era que Dios no era necesario para la vida
- Hoy tratamos de subsanar esta manera de pensar diciendo que la fe es un valor para la vida y que, por lo tanto, habrá que entender la fe de una manera nuev
a, con otra mentalidad
-Creer pensando que la persona es autónoma, lo que no lleva a prescindir de Dios sino a sentirse más responsable
-Creer en la conciencia de que Dios no está fuera de nuestra realidad, sino dentro, en nuestra misma barca. En El vivimos, nos movemos, somos y existimos
-Creer en una sociedad en cambio. Por lo tanto, con una fe actualizada y cultivada, no rutinaria, no simplemente de costumbres sociales
En el fondo, hoy se requiere una fe más centrada en Jesús y en su Mensaje para ir sabiendo qué es lo bueno y qué es lo justo en este mundo que nos ha tocado vivir
Conclusión: ¿Cómo nos va a sobrar algo que en realidad puede ayudarnos mucho a ser personas?
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