jueves, 8 de junio de 2017

Cambiar el mundo



Muchas pequeñas cosas, hechas por personas sencillas, en muchas partes de la tierra, son capaces de cambiar el mundo
Hay pequeñas cosas:
-          coger un papel del suelo y echarlo a la papelera,
-          repartir unas hojas por las casas ,
-          recoger una medicina en la farmacia y llevársela al paciente,
-          dejar que pase otra persona al médico antes que yo,
-          hablar solo bien de las personas,
-          regalar una lechuga,
-          cubrir con el paraguas a quien se está mojando,
-          avisar que ha venido el camión de la pesca,
-          dejar el sitio para sentarse a otra persona,
-          visitar a un enfermo....
-          tener buen humor y manifestarlo
Podemos hacer la lista muy larga. Pero podemos darnos cuenta de que con estas cosas tan sencillas, podemos cambiar el mundo y hacerlo mucho más habitable.
Una persona regaló a otra vecina unas fresas y encima se las dio apañadas. Así se endulza el mundo. Mucho más que con todos los discursos.
Qué alegría me ha dado en el Mercado Solidario ver a los niños tocando sus instrumentos con los músicos mayores. Por ahí se empieza.

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