Yo ya sé que hago un poco el ridículo vendiendo números para una rifa en
el mercado Solidario de las Cáritas de la zona de Santo Domingo. Pero es que la
finalidad de esos dineros me animan: Crear un centro médico en República
Dominicana, adonde van médicos de Logroño a ayudar y a crear un Teatro Popular
contra la violencia en Bolivia.
Por supuesto que a nadie le obligo a colaborar. Me gustaría más que diésemos el dinero
voluntariamente sin pedir nada a cambio. Pero la salud de tantas personas. El
que sufran no violencia de tantas mujeres, me parece algo importante para mi
conciencia. Diría “voy mendigando para los pobres”.
Además hay una alegría. Ese dinero va directamente a través de los
médicos. En concreto de Joaquin Yanguela y de
una monja de Cárdenas al Teatro de Bolivia.
Venzo mi pereza y mi vergüenza y me atrevo a pedir para ellos
necesitados. ¿Qué pido yo cuando tengo necesidad? Ayuda, del tipo que sea. Me encanta
la cantidad de personas que de una u otra forma colaboráis con estos proyectos.
Felicidades. Cada uno actúa en su conciencia. Pero da gusto ver personas de
tantos pueblos, cada una con su trabajo y su colaboración.
Lo siento como en el evangelio. Cuando Jesús vio
a las muchedumbres sin comida, hizo que se repartiesen aquellos panes y peces.
Y todas las personas pudieron comer. Qué suerte tengo que puedo ser la voz de quienes lo necesitan.
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